LA CULTURA...
LO QUE CORRE EN LA SANGRE DE NUESTRO LINDO EL SALVADOR
La cultura es el conjunto de expresiones de un pueblo y estas consisten de: Costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestirse, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. La cultura de El Salvador, desde el punto que se vea, es como la un país en Latinoamérica, o más específicamente de Centroamérica
LA CULTURA DEL MAÍZ: EL GRANO SAGRADO
La dieta básica del campesino salvadoreño consistía hasta fechas recientes en «tortillas» (ruedas de masa de maíz, de unos quince centímetros de diámetro y uno de ancho, cocidas sobre el comal), la sal y los frijoles «parados» o frijoles sancochados. En la actualidad, la dieta se ha ampliado con arroz, verduras y algunas carnes. Durante los cortes de café aún se suelen dar las chengas, tortillas mucho más grandes y gruesas que las anteriores, hechas de maíz muy oscuro o de maicillo (gramínea de granos pequeños en haces), sobre las que se ponen frijoles y sal; algunas veces también llevan queso y otro aditamento. Estos forman parte del «con qué» o acompañamiento de las tortillas. Sería impensable una comida típica salvadoreña sin las famosas pupusas, tortillas rellenas con queso, chicharrón molido o frijoles, las más comunes («revueltas» son las que tienen más de un ingrediente). Otras, menos comunes, llevan chipilín (pequeñas hojas comestibles), pepescas (pescaditos fritos), ayotes (especie de calabaza). El plato está completo cuando a las pupusas se le echa «curtido», picadillo de repollo preparado en vinagre; se le suele agregar rodajas de cebolla y zanahoria. Algunos curtidos son especialmente picantes, al gusto del cliente. Ahora bien, las pupusas constituyen sólo uno de los muchísimos derivados del maíz.
DULCES
El pan dulce es obligado cuando se toma el café del desayuno o de las cuatro de la tarde. Dentro de la categoría de pan dulce entran: la semita (placas largas, rectangulares de harina, manzanas, peras colocadas en canastitas o en cajas decoradas. Por tradición, hay familias que fabrican esta clase de dulces, junto con otros como los dulces de leche, de toronja, conservas de coco, etcétera. Las hay de estas familias en Santa Ana y en San Vicente, ciudad especializada en los dulces de camote (tortitas o volcancitos hechos de azúcar y rellenos con jalea de camote). En las ferias aparecen profusamente los dulces pintados, elaborados a base de moldes con forma de hojas, flores y aún rostros y figuras humanas. Son de consistencia dura pero quebradiza, de color blanco, y sobre ellos se trazan rayas de colores, recalcando los rasgos del objetos representado. La canasta no estaría completa sin otros dulces comunes en las fiestas, como los de tamarindo, de nance, de zapote. A todo ello hay que añadir la preparación casera que aún se estila: mangos, jocotes e higos en miel; dulce de cáscara de naranja o de limón; dulce de ayote o de chilacayote (otra especie de calabaza) y de sandía. En fin, uno puede acabar empalagado si además prueba algunos postres caseros como el arroz con leche o el majar blanco (dulce de leche, de consistencia pastosa, adornado con polvo de canela).ARTESANIAS
De los salvadoreños se ha dicho que son los mejores artesanos del mundo. La observación es, a todas luces, una exageración: en otros lugares del mundo hay artesanías mejor elaboradas que las de El Salvador. Además, el hecho de que gente sin escuela y casi sin recursos sean capaces de elaborar juguetes, instrumentos o adornos de cierta originalidad, implica a menudo una simple respuesta al impulso de supervivencia. Las condiciones difíciles obligan a ingeniárselas para sobrevivir, para «irla pasando». De todas maneras, es un hecho cierto que en El Salvador hay artesanías... «¡y las hay al por mayor!»http://elsalvadorxtreme.files.wordpress.com/2008/07/pic_artesanias.jpg?w=332&h=249
TRABAJOS EN BARRO
Una artesanía salvadoreña son las sorpresas. Bajo tapaderas que simulan frutas, huevos o gallinas (de unos cinco centímetros de alto por tres de ancho) se esconden muñecos de barro en miniatura que representan vendedoras de telas, frutas, de tortillas, de shuco, de pupusas, parejas casándose, nacimientos y hasta «picardías» de temas eróticos. Ha habido familias en Ilobasco especializadas en la fabricación de sorpresas realmente exquisitas. Lástima que la desaparición de los ancianos de la familia (caso de doña Dominga Herrera) y la urgencia de hacer grandes cantidades de sorpresas derivara en un descenso generalizado de su calidad artística. Siempre dentro del género de trabajo de barro hay quienes se dedican a la fabricación de comales, ollas, cántaros, los cuales cumplen primariamente con la labor práctica (como es en su origen todo arte popular): sirven para cocinar o para guardar alimentos y bebidas en las casas de campesinos o de gentes sencillas, pero secundariamente pueden ser comercializadas como adornos exóticos o típicos para las casas de salvadoresños de las clases media o alta. Es el caso de la cerámica de Guatajiagua, en el departamento de Morazán: desde hace unos pocos años se ha puesto de moda los comales, tarros y ollas enormes de color negro azabache para decorar la cocina o el salón del comedor de alguna casa elegante.LUGARES CULTURALES QUE PUEDES VISITAR DE TU LINDO EL SALVADOR
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
Fundado el 12 de febrero de 1976, el museo aborda en tres salas temáticas enfocadas a la conservación, manejo y permanencia de estos recursos. La primera, muestra un panorama sobre la formación de los suelos, destacando las rocas, minerales y algunas piedras preciosas. La siguiente sala hace un recorrido por la evolución geológica y el aparecimiento de la diversidad biológica de El Salvador, identificando algunos sitios de interés paleontológico, y finalmente la sala de los ecosistemas destaca tres de los nichos ecológicos que conforman algunas de las áreas naturales del país.
El museo, un popular paseo para los niños, se encuentra ubicado dentro del Parque Saburo Hirao, al sur de San Salvador.
MUSEO DE ARTE DE EL SALVADOR
El MARTE es uno de los museos más recientes de El Salvador, y uno de los mejores en toda la región centroamericana. Fue inaugurado en mayo de 2003 y se ha convertido en uno de los referentes del arte salvadoreño.
El museo es el hogar de las obras de los pintores y artistas salvadoreños más destacados como Julia Díaz, José Mejía Vides, Carlos Cañas, Salarrué, Rosa Mena Valenzuela, Carlos Imery, Valero Lecha, entre otros.
El lugar cuenta con una tienda de arte moderno, con un espacio para eventos, sala de capacitaciones y una cafetería con comida gourmet.
MUSEO DE ARTE POPULAR
Las populares “miniaturas”, representaciones de la vida cotididana de los salvadoreños reproducidas en minúsculas figuritas de barro; y las ingeniosas artesanías del municipio de Ilobasco son exhibidas en este museo, inaugurado hace pocos años.
En total, la colección abarca unas 4,000 mil piezas en exposición.